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El séptimo desde Adán

Lectura de las Escrituras:

“Y de éstos también profetizó Enoc, el séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor viene con diez mil de sus santos.”
— Judas 14

Aproximadamente dos semanas antes de enseñar la Dispensación de la Conciencia en mi clase de Encuesta Dispensacional en el Instituto Bíblico Bereano (Berean Bible Institute), planteé la siguiente pregunta al cuerpo estudiantil. ¿Cuál es el significado de que a Enoc se le llame “el séptimo desde Adán”? Toda la clase se quedó en blanco: ¡estaban perplejos! Aunque a primera vista pueda parecer algo insignificante, el Espíritu Santo ha añadido esta frase por una buena razón. De hecho, esta fraseología solo se usa en referencia a Enoc.

Varios de los estudiantes pensaron un poco en el asunto e incluso aventuraron un par de explicaciones, que eran ciertas, pero no la respuesta que estaba buscando. Finalmente, un estudiante me sacó dos o tres pistas y se le ocurrió la respuesta. Al llegar a los capítulos cuarto y quinto del Libro de Génesis, le expliqué a la clase que hubo dos Enoc antes de los días del gran diluvio. Por lo tanto, debemos distinguir cuidadosamente entre el Enoc que descendió de Caín y el Enoc que fue el “séptimo desde Adán” (Gén. 4:16-18 cf. 5:22-24). El primer Enoc siguió el camino de Caín: sus descendientes estaban en bancarrota moral.

Dios quiere que sigamos el ejemplo de Enoc, el séptimo desde Adán, quien anduvo en el camino de la fe. Así “Enoc fue trasladado para que no viera la muerte; y no fue hallado [implicando que todos lo buscaban], porque Dios lo había trasladado; porque antes de ser trasladado tuvo este testimonio de que agradaba a Dios” (Hebreos 11:5). Además, el camino del Redentor venidero pasaría por Enoc, el séptimo desde Adán, no por el Enoc de Caín (Gén. 3:15). Entonces, una frase aparentemente insignificante de repente nos ayuda a apreciar mejor eso:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (II Timoteo 3:16).