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La muerte de Cristo por nosotros

Tres veces en el capítulo 5 de la carta de Pablo a los Romanos leemos que Cristo murió por nosotros.

versículo 6: “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos”. versículo 8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. versículo 10: “…cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo…”.

Así, en nuestra impotencia, en nuestra pecaminosidad, incluso en nuestra obstinación, Cristo nos amó y dio Su vida para salvarnos. Pero, ¿por qué dice el Apóstol que Cristo murió por nosotros “cuando aún éramos débiles”, “siendo aún pecadores” y “cuando éramos enemigos”? ¿No murió Cristo por nosotros antes de que ninguno de nosotros naciera? Sí, pero aquí el Apóstol escribe históricamente de todo el género humano. El resto del capítulo lo confirma.

En el versículo 12 se refiere a Adán, el “un solo hombre” por quien el pecado y la muerte entraron en el mundo. Esto dejó al hombre verdaderamente indefenso. En el versículo 20 se refiere a Moisés, por quien “entró la ley para que abundase el delito”. Así, por la ley, los hombres fueron condenados como pecadores. Finalmente, en los versículos 20, 21, se refiere a Cristo, “[quien] murió por todos” (II Corintios 5:14, 15), para que los pecadores indefensos pudieran ser salvos, sí, para que aun los enemigos de Dios pudieran ser reconciliados con Él por gracia, por medio de la fe. Por Adán tenemos la entrada del pecado, por Moisés la condenación del pecado y por Cristo el perdón de los pecados.

Solo gradualmente se reveló la importancia de la muerte de Cristo para la humanidad, pero ahora sabemos que los santos de todas las épocas han sido salvos únicamente sobre la base de la muerte vicaria de nuestro Señor. Nadie más podría haber pagado una deuda tan grande. Así, en nuestra impotencia, en nuestra pecaminosidad, sí, gracias a Dios, en nuestra obstinación, el Señor Jesucristo murió para salvarnos.

“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” (Hechos 16:31).